La buena teta de la familia Durham

Smoking In Heaven es el esperado segundo trabajo de Kitty, Daisy & Lewis, la familia Durham. Con su primer álbum, (The Roots of Rock’n’Roll, 2007), apuntaron a los cimientos de la música rockabilly desde las bases del R&B, el swing, o el blues, postulándose como unos excelentes músicos en diferentes disciplinas. En este nuevo álbum, que rezuma rock and roll clásico y ska de los primeros años 60 o western rock, incluyen sólo temas originales. Vamos, que se nota que han mamado de buena teta, pero también que se van haciendo mayores (la mayor, Daisy, es la única que supera la veintena) y ya pueden volar del nido: en el Cultura Quente del año pasado todavía los pudimos ver acompañados de sus padres.

Esta es la opinión que le merece el nuevo álbum de Kitty, Daisy & Lewis a Angèle Leciel (de la web musical Jenesaispop).

Smoking In Heaven da un giro gratificante hacia otras vertientes retro como el ska de las sound systems jamaicanas de los años 60 que explotaran artistas como Dandy Livingstone, Millie Small o bandas como The Skatalites. Dos de los temas más brillantes del álbum son precisamente los que abrazan el ska con toda la pureza que pudieran tener en la Jamaica de 1967 clásicos como A Message to You, Rudy del mencionado Livingstone. Así sucede con Tomorrow, el tema que abre el ábum, o el primer single, I’m So Sorry, para el que, sin ir más lejos, han contado con el trombonista original de Livingstone, Rico Rodríguez, convirtiéndolo instantáneamente en el tema estrella de Smoking In Heaven.

Messing With My Life, el corte funky del álbum (con subida de medio tono y todo), llega a la mitad del disco como un golpe de aire fresco en este ya evidente verano, con unos arreglos tan sorprendentes por su atemporalidad como por la actualidad y vigencia que transmiten. Las instrumentales What Quid? o Paan Man Boogie hacen de interludios perfectos para dejarse llevar por pies y mente. Y las cantadas por Lewis son capaces de trasladarte, más aún si cabe, a otro tiempo gracias a ese timbre y modulación de su voz que recuerdan a un jovencísimo Bill Halley u otros artistas de su corriente. Y así lo demuestra con la interpretación de Don’t Make A Fool Out Of Me o I’m Coming Home, otra de las delicias de Smoking In Heaven, que huele a country o a un rudimentario calypso o a folk montañés… o a todo esto a la vez.

Y es que una hora con las voces de los hermanos Durham pasa rápido si es a través de la sorprendente calidad de las canciones de Smoking In Heaven, cuyo mayor mérito es hacernos dudar del hecho de que estos chicos hayan nacido en los 90. Por algo debe de ser que en alguna gran superficie no los encuentres en pop-rock internacional, sino en la sección de oldies. Bravo por ellos.

[Lee la entrada original, en Jenesaispop]

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